Archivo de guitarristas

Rosalino Quintero (biografía)

Posted in historia, músicos ecuatorianos with tags , , on septiembre 6, 2008 by edmolin657

Texto: Gabriela Jiménez

78 años de vida y 66 de carrera profesional forman una historia de logros y anécdotas, siempre con la guitarra de testigo.  Rosalino no para de crear y compartir su música y su vitalidad.

Una guitarra rota no fue obstáculo para un niño de 6 años al que su padre le prohibía entonarla por la fama de bohemios que tienen los artistas; fue el reto de crear sus primeros acordes a escondidas y con precaución.

Así empezó una carrera que continúa escribiéndose, la historia de Rosalino Quintero, cuencano de 78 años que desde los 12 ejerce profesionalmente la música.

Pero no solo es un buen requintista, también es joyero y se desempeñaba como tal en su tierra natal, hacía anillos de oro, aretes y cubiertos de plata. Él comenta que le gustaba su actividad, pero la música siempre ha sido su pasión.

Sus primeros pasos los dio de la mano de su hermano materno Joel Alvarado, con quien formó un dúo que dio inicio a su carrera profesional. A los 14 años ya era parte del trío Los Campiranos.

A los  20 se casó con Bertha Sanmartín, con quien lleva 58 años de matrimonio,  y se trasladaron a Guayaquil; los tres primeros meses buscó empleo en joyerías, pero no lo consiguió.

Lo que encontró fue un buen amigo, Fernando Maridueña, quien guió su camino hacia la música, el arte que domina sus deseos, explica con un aire de nostalgia.

Rosalino ha recorrido diferentes caminos, pero todos con una música de fondo, pasillos, albazos e incluso guarachas. Recuerda que con apenas 16 años empezó su coqueteo con la fama, pues nació el nombre de Julio Jaramillo con Rosalino Quintero y su conjunto, con clásicos  como Fatalidad, Al otro lado, Náufrago de amor, Para ti madrecita y más de cien temas que grabaron juntos y que se escucharon dentro y fuera del país.

Ya en 1956 continuó como solista y arreglista de otros artistas o grupos como Marino Álvarez, los hermanos Miño Naranjo, con quienes viajó entre diez y doce años, puliendo sus voces, buscando canciones  en letras antiguas, creando los arreglos musicales y compartiendo como gran maestro sus logros, a la par que sus actuaciones con Los hermanos Villamar, el trío Los Indianos, Los Brillantes, Los Zafiros y más.

Comenta que tuvo suerte, porque en aquel tiempo escribir arreglos y vender discos era un negocio, sin ocultar  la picardía de su mirada, como quien acusa un delito al cual ya se resignó. Sin embargo, no es impedimento alguno para continuar  entonando al menos una hora diaria su guitarra.

Ese entusiasmo lo llevó a crear un ambiente de antaño al que llamó  La Peña de Rosalino, donde por el incumplimiento de los artistas y las peticiones del público formó dúo con su hijo, Jimmy Quintero.

Y aunque el negocio ya dejó de funcionar, Rosalino no descansa, pues desde hace cinco años dirige el grupo musical La Rondalla, de la escuela de Turismo de la Escuela Superior Politécnica del Litoral.

“El trabajar con jóvenes universitarios es un reto, pero me siento feliz cuando me piden pasillos, albazos, boleros, porque siento que he logrado que aprecien estos ritmos”, dice, mientras observa los reconocimientos que ha obtenido y que mantiene en la pared de su sala.

El último disco de La Rondalla, Dejando huellas, para un amigo y maestro, es su gran satisfacción y motivación, así como sus hijas, nietos e incluso un bisnieto de 17 años que también entona la guitarra. Una vida a la que él llama “mi mundo” y con la que contribuye a la música nacional.

Tomás Abilio Bermúdez

Posted in músicos ecuatorianos, notas periodísticas with tags , , , on septiembre 6, 2008 by edmolin657

Bermúdez Quijije Tomás Abilio

Charapotó Cantón Sucre (Manabí) 20 marzo 1931-. Guitarrista, compositor y cantante.

Aprendió a tocar la guitarra con don Manuel García, su tío Benito Quijije, el compositor Nicasio Safadi* y Custodio Sánchez. Muy joven conformó el Conjunto Bahía, luego el trío Los Soberanos. Como requintista, ha acompañado a los más destacados artistas populares del Ecuador.

Su primer disco lo grabó a los 19 años. Además de la guitarra, toca el bajo eléctrico, el bandolín y el violín. Sus obras más conocidas son, los pasillos: Una lágrima y un adiós, Hasta cuándo corazón; el sanjuanito La Chicha de la santa; los boleros Morena linda, Olvídame y Un bolero para ti. También compuso los pasillos: Por tu amor que se fue, Olvidemos el pasado, Sin corazón, La ausencia de tu amor, Mi regreso, No tardes, Vuelve a mí, Realidad, Ante tus plantas; y el sanjuanito: Viva la comadre. (Bibliografía: Abilio Bermúdez: 12 canciones, letras y partituras. Guayaquil: SADRAM, 1981).

Guitarristas Populares

Posted in músicos ecuatorianos, notas periodísticas with tags , , , , , , , on septiembre 6, 2008 by edmolin657
 

Noviembre 14, 2005

Germàn Arteta | Redactor

En la historia de  nuestra ciudad,   tenemos muchos   de estos artistas  que dieron fama al arte nacional.

Al igual que en cualquier  nación del mundo, no siempre ocurre que los cantantes solistas o integrantes de dúos y hasta tríos sepan tocar guitarra para acompañarse en sus actuaciones y ganar el aplauso del público al interpretar los variados ritmos ecuatorianos y extranjeros.

Casos excepcionales como los de Segundo Bautista, Carlos Aurelio Rubira Infante, Hermanos Montecel, Enrique Ibáñez Mora y otros donde se unen el cantante y el instrumentista, podrían hacer creer lo contrario. Pero, en un buen número de situaciones, hay excelentes intérpretes que carecen  de ese ‘don’  y necesitan obligatoriamente del acompañamiento de guitarristas (requinto y segunda) para consagrarse en sus presentaciones de radio, teatro, televisión y escenarios diversos.

Esta nota volandera intenta pues, recordar nombres de  guitarristas que aportaron al surgimiento y difusión de la música popular en nuestro medio, aún más si  en repetidas ocasiones se ignora su trabajo aunque conozcamos que gracias a su respaldo triunfan las voces internacionales que llegan por aquí o los compatriotas que salen a cosechar palmas en naciones hermanas.

Valiosos referentes
Tratemos de recordar entonces aquellas décadas antes y después de los años treinta del siglo XX, cuando a partir del viaje del dúo Ibáñez-Safadi se incrementaron las grabaciones y espectáculos, en los que era común observar y escuchar a tantos músicos que dominaban las cuerdas del singular instrumento.

Desde  la segunda mitad de esa misma centuria en las emisoras CRE, Atalaya, El Mundo, Cenit, Cristal, Pacífico, Cóndor, La Voz del Litoral, América, etcétera, era frecuente escuchar a intérpretes locales y de otras naciones con el respaldo de Armando Pantza Aráuz, el Pibe; Pepe Dresner, Wacho  Murillo, Sergio Bedoya, Abilio Bermúdez y Wacho Figueroa.

La lista del recuerdo se amplía con los nombres de requintistas o guitarristas como  Rosalino Quintero, Bolívar y Paco Lara, Carlos Montalvo, Víctor Galarza, Homero Hidrobo, Naldo Campos, Guillermo Rodríguez, Gonzalo Sánchez,  Juan Naranjo, Pedro Chinga, Jacobo Mármol, Armando Alarcón y Vicente Plaza.

Asimismo, Augusto Peña, Francisco Espinar, Juan Ruiz, Santiago Chamaidán, Pedro Vera, Paco Lamboglia, Pancho Rivera, José Peralta hasta llegar a los  contemporáneos que dan su aporte para el mantenimiento del ejercicio musical.

En algunas  provincias del país alcanzaron reconocimiento compositores que armonizaron su vocación con el canto y la guitarra, casos de Armengol Barba, Marco Tulio Hidrobo, Carlos Bonilla, Miguel Espinosa, Carlos Guerra, Filemón Macías Joza, Luis Alfonso Nieto, Terry Pazmiño, Francisco Torres, Marcelo Uzcátegui, Manuel Vásquez, Bolívar Ortiz, Benigno Medina, Segundo Cortez, René Zambrano, entre otros.

Tampoco debemos excluir a guitarristas conocidos por su estilo personal como Carlos Bonilla, Bolívar Ortiz, Roberto Viera, Eddy Erazo y otros  preocupados en jerarquizar la guitarra sin olvidar jamás los temas populares. Igualmente hubo y  hay los que optaron por la   clásica para interpretar música académica, así  lo testimonia César León.