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Queremos hacer cine…

Posted in cine ecuatoriano with tags on noviembre 14, 2008 by edmolin657

Queremos hacer cine que respete al espectador’

Publicado el 07/Marzo/2007 | 00:00

En un ambiente familiar y conocido – ya que la sala de su casa era una de las locaciones de la película- los cineastas Anahí Hoenesein y Daniel Andrade cuentan como ha sido su experiencia en la creación de Esas no son penas, la primera cinta ecuatoriana que se estrenará en el país el 13 de abril.

Esas no son penas es la historia de cuatro amigas que no se han visto desde hace 13 años y que se reúnen debido a la enfermedad de una de ellas. La cinta tuvo éxito en varias funciones de preestreno y ha sido muy bien recibida en festivales internacionales.

Daniel y Anahí compartieron la dirección de la película. Ella escribió el guión y cumplió la ilusión que tenía de actuar, mientras él, la suya de editar. Finalmente el resultado es una película que representa el tipo de cine que ambos quieren hacer.

¿Cómo nació la idea de Esas no son penas?
AH: Nació como una necesidad de encontrar respuestas, de hacerse preguntas. En un inició no tenía forma de película, empecé a escribir anécdotas como escenas, primero fue un personaje, luego fueron aumentando las mujeres, nació después la idea de que eran amigas y ahí empezó a crecer la historia. El segundo borrador se lo mostré a Daniel y junto íbamos discutiendo y decidimos que podía convertirse en una película. La idea fue a larga que la película esté en ese tiempo en el que todo hierve pero nada explota. Quisimos retratar el momento antes de que el esposo descubra que su mujer está con otro, de que la madre sepa que la hija es bulímica y el resultado es una película que a mí me gusta ver.

¿Cómo se eligió al equipo y las actrices?´DA: Tanto en el casting como para el equipo técnico tomamos en cuenta que se trate gente cercana. Formamos un grupo pequeño para estar en confianza y locaciones familiares para que las actrices se sientan cómodas lo cual es el centro de la película. En las actrices buscábamos que tengan una cierta energía, pequeños detalles. No queríamos que hagan cosas que no tengan que ver con ellas. No todas tenían experiencia en actuación y queríamos que fluyan naturalmente. La experiencia más importante en el rodaje era lograr todos como equipo ayudar a las actrices en su trabajo, lograr que ningún aspecto técnico sea una prioridad sobre la actuación. Teníamos que hacer todos juntos el trabajo de ayudarles a meterse dentro del personaje y luego que también puedan salir de él.

¿Qué procesos vivió la película?
DA: Luego del rodaje que duró 22 días, más cuatro días que se filmaron un par de meses después de que Anahí dio a luz, empecé a editar. Hice dos cortes que me gustaban mucho y fuimos invitados a la sección de Cine en construcción de San Sebastián donde nos dijeron que la película tenía un gran potencial. Así hicimos muchos cambios y presentamos otra versión en Toulouse hace un año y al volver conseguimos alguien que no esté tan involucrado con la historia para que pueda editarla otra vez. Participamos en el festival Cero Latitud y recibimos una mención especial del jurado. Nos costaba mucho asimilar los cambios que tenía que enfrentar la película, pero finalmente aunque la idea del guión fue cambiando de acuerdo a lo que había sucedido con cada actriz, la historia se convirtió en lo que esperábamos.

¿Cómo fue la experiencia de actuar en tu película?
AH: He actuado en cortos, en talleres de actuación, pero no he actuado mucho y quería ser una de las cinco protagonistas, hasta que me quedé embarazada, pensé no hacerlo, pero si esperaba iban a pasar unos dos años más así que preferimos cambiar al personaje en el guión y así actúo en el papel de Elena.

¿La película resultó ser lo que ustedes querían?
DA: Lo que queríamos era crear un ambiente entre las actrices y con el público y que a través de ese ambiente se digan muchas cosas sin que haga falta decirlas en realidad. Yo veo que hay dos tipos de cine, el que te lleva de la mano y que te hace sentir lo que debes sentir y otro que es el que a nosotros más nos interesa y el que queríamos hacer, que es un cine donde hay silencios, que hace pausas, que le da tiempo al espectador de preguntarse cosas y que exige una atención especial de quienes ven la película.

¿Qué le espera a la película ahora?
DA: Quisimos hacer una película que se mantengan independiente. Ahora que es la película que quisimos hacer u que está terminada se puede vender como un producto, pero lo importante es que no sea haya convertido en un producto antes de estar terminada. Ahora tenemos que buscar a aquellas personas a las que les pueda gustar y los festivales ayudan mucho con eso.
Por otro lado, estamos buscando una manera de hacer películas en el Ecuador que sea sustentable. Estamos tratando de inventar un sistema que nos asegure que cuando terminemos esta película podamos hacer otra y no quedarnos endeudados con la primera y tener que trabajar en otras cosas para poder pagarla. (PST)

Hora GMT: 07/Marzo/2007 – 05:00

Fuente: Diario HOY

Entrevista a Tania Hermida

Posted in cine ecuatoriano, cineastas with tags , on octubre 20, 2008 by edmolin657

Cineasta ecuatoriana-¿Quién es?- Guionista y directora cuencana, estudió cine en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de Los Baños en Cuba desde los 18 años; fue asistente de dirección de la película Crónicas, de Sebastián Cordero Tras su estreno europeo, Tania Hermida habla sobre la experiencia y el encuentro de la película con el público europeo y ecuatoriano El filme se estrenó el 21 de septiembre y ocupó los primeros lugares en la taquilla española.
¿Se imaginó que en España la película iba a ser tan exitosa?En España hay una diferencia enorme entre las salas comerciales y las más pequeñas conocidas como de cine arte. Son distintas en cuanto a programación, al público y el tipo de experiencia que se vive. Qué tan lejos se estrenó en un circuito de cine independiente los cines Verdi y Renoir. De pronto la película se convirtió en un fenómeno de cine comercial con una gran cantidad de público que son los emigrantes ecuatorianos, quienes asisten al cine con toda su familia. Los dueños de los cines no entendían que pasó. Salas de intelectuales que van al cine de forma silencios y ver de repente a una avalancha de ecuatorianos que van en grupo. Un fenómeno muy distinto, al que obtiene su programación habitual. Nos enfrentamos a un empresario en Murcia que no quiso la película porque dijo que los inmigrantes no van al cine y que no haría «un duro» en taquilla. A la semana estaba pidiendo que le den una copia para exhibirla. Los ecuatorianos probaron que no solo van al cine, sino que se llevan a toda su familia.¿Cómo fue el proceso de conseguir coproducción española?Cuando empezamos con la película yo intenté encontrar coproducción para arrancar con el proyecto y no encontré a nadie porque era una primera película, porque no era el modelo de película latinoamericana apta para una coproducción. No tenía un perfil de película taquillera que se pudiera vender internacionalmente. Cuando estábamos cerca de filmar se incorporó el coproductor español. En ese tiempo el Ecuador no participaba del proyecto Ibermedia, tampoco habíamos firmado el convenio de coproducción iberoamericana que hubiera exigido que un 50% de actores y técnicos de la película sean españoles y eso era algo que yo no quería, sino un 100% de artistas ecuatorianos y la actriz española Tania Martínez. Entonces, no se podía hacer una coproducción estándar, pero si un convenio financiero. España poner un 20% de dinero y no exige distribución de técnicos y actores sino que es un trato estrictamente económico. Pero para todo esto no habíamos firmado un convenio que nos autorice a tener coproducción extranjera y no podíamos oficializarlo. Por eso yo digo, en principio la película también fue como un inmigrante en España, que llega sin papeles. Coprodujimos sin ninguna ley, la película era española también, pero sin visa ni papeles. La productora española La Zanfoña, le apostó al proyecto, puso en un monto pequeño y pago algunas cuentas de laboratorio sin saber si eso se iba a poder oficializar como coproducción. ¿Cuál era el beneficio para La Zanfoña? Ellos como productora tendrían un porcentaje de participación en los réditos de la película si es que algún día los tenía. Era arriesgado para ellos y para nosotros. Pero en el proceso ya pudimos firmar el convenio y legalizar la coproducción.¿Qué obtiene Qué tan lejos de la coproducción española?Cuando la película estuvo editada España puso la mezcla en dolby, que es un proceso muy costoso que no hubiéramos pensado hacer sino era por la coproducción. Esto le dio la oportunidad a la película de tener un factura final en sonido mucho mejor. Y de la coproducción al estreno, ¿cuál fue el paso?Era incierto el estreno en España. Ahí se estrenan pocas películas latinoamericanas e incluso poco cine europeo en relación al hollywondense. Con la ventaja que el cine europeo sí tiene leyes que defienden las cuotas de pantallas dentro del continente. Pero para Latinoamérica, no hay ninguna ley. Cuando a la película le fue bien en el Ecuador, yo insistía que le podía ir bien allá, pero los españoles decían que su éxito nacional no era una certeza de nada en España. Además el costo de estrenar en Europa es cinco veces más alto que aquí. Luego cuando la película fue a festivales. ¿Se esperaba que los ecuatoriano vayan al cine?El estudio decía que los inmigrantes no van al cine. Los dueños de las salas decían, si le están apostando a los ecuatorianos no lo hagan, ellos no vienen al cine. Finalmente apareció Karma Films, una distribuidora de cine independiente y de autor. Ellos negocian con películas pequeñas que son riesgosas pero que cautivan a un cierto público. Ellos planearon un estreno pequeño para ir aumentando poco a poco si a la película le iba bien. ¿El estreno superó sus expectativas?Finalmente cuando llegó el 21 de septiembre y nunca nos imaginamos la dimensión del estreno. Por mas que a la prensa le gustó la película y esperábamos al público ecuatoriano siempre era incierto. A mi me advirtieron que la prensa española es inclemente. Yo estaba preparada para lo peor. Pero fue todo lo contrario, la distribuidora ya me había anticipado del buen síntoma de que el estreno de prensa tuvo éxito. ¿Finalmente que opinó la crítica y el público?La película sintonizó con la gente. Por ejemplo el hecho de que la española sí les recuerda al turista europeo. Y otros elementos que son más universales, porque la historia que se cuenta va más allá de lo anecdótico. Por eso yo encuentro que la película ha ganado premios de audiencia en Texas o Sao Paulo, porque al final la historia es muy humana, no tiene necesariamente que ver con Ecuador o España sino con la búsqueda del se humano de una identidad. A excepción de algunas personas que sintieron que la película era muy folclorista, La mayoría de periodistas tuvieron lecturas muy profundas y emocionadas de la película. Me gustó que leyeran que la diferencia entre los personajes iba más allá de la nacionalidad, que una protagonista era más Quijote y la otra más Sancho. Fue una gran sorpresa que el día del estreno los periódicos nos dieron un gran espacio, reportajes largos y una serie de opiniones sobre el hecho de que se estrene en España una película ecuatoriana. ¿Le pone España más atención al estreno por la cantidad de ecuatorianos que viven ahí?Yo creo que sí, que tiene relación. El hecho de que desde hace años la población ecuatoriana sea significativa en España marca una pauta. ¿Pudo estar entre ecuatorianos?Tuve relación con los ecuatorianos que pudieron asistir a los preestrenos. Tratamos de convocar a los dirigentes de movimiento de inmigrantes, a quienes están involucrados con medios de comunicación de latinos. Lo cual fue una gran sorpresa porque hay muchísimos: periódicos, revistas, radios una red enorme que existe entre los ecuatorianos y los latinos que no está en los medios de comunicación oficiales sino que es alternativo y que tiene una gran presencia. Intentamos que todos esos medios puedan estar al corriente del estreno. Al preestreno en Barcelona y Madrid llegaron muchos ecuatorianos y eso ya fue emocionante. Estuve con personas que no han regresado al país en siete, ocho, 10 años y salían del cine llorando. Algo que ya supera la experiencia cinematográfica o el estreno de la película. Sino que tiene que ver con todo el fenómeno de la migración. Que tiene que ver con el sentir que el Ecuador está en todas partes. ¿Se encuentra con compatriotas seguido?Ya me había pasado en otros lados. En todos los festivales a los que he ido me he encontrado siempre con ecuatorianos. En Montreal, en Toulouse, en Málaga, en Texas, en Los Ángeles, siempre alguno, aunque en San Diego me encontré con una gran comunidad y fue muy emocionante. En Barcelona había otavaleños y ellos disfrutaron la secuencia en quichua aunque explicaban que el que ellos hablaban no era el mismo. También me encontré con una hermana de Mónica Chuji, que es de Sarayacu que vive en Barcelona. Además, siempre recibimos también muchas correos que nos piden que la próxima película sea en la Costa, en el Oriente. Fue emocionante ver que la gente siente que la película les devuelve una imagen del Ecuador que no es la que nos venden los grandes medios. El Ecuador solo es visible frente a desastres políticos, naturales o la marginación económica y la violencia. Y la película si propone otra manera de vernos. ¿Cierra la película un ciclo?Sí, claro, la película ha ido cerrando círculos desde que se estrenó en el Ecuador y luego del ciclo de festivales. Pero así se abre otro, el hecho de que le vaya bien en taquilla en España la abre a la película posibilidades de estreno en otras salas en Europa y en Latinoamérica. Va a haber también un proceso de lanzamiento del dvd, que no sabemos bien como será porque más allá de la piratería no hay una industria y vamos a tener que inventarlo todo. El dvd profesional se hizo en argentina y la reproducción en Colombia. Ahora los mecanismos de venta son los que estamos creando. Buscando circuitos de venta para llegar a la mayor cantidad de gente posible. Va a salir con la banda sonora también. ¿Todo esto le da tiempo a la directora para escribir un nuevo proyecto?Aunque tuviera 24 horas para hacerlo, creo que todavía no tengo la cabeza para hacerlo. Por lo pronto ya empecé a esbozar las historias. ¿Le causa tensión pensar que una segunda película puede no ser exitosa como la primera?He asumido desde ahora que la segunda película puede decepcionar al público. No porque crea que no va a ser tan buena. Eso habrá que verlo, la primera crítica y espectadora de mi película soy yo y podré darme cuenta si quedó mejor o peor. Pero al público le va a decepcionar porque no va a ser Qué tan lejos, ni su segunda parte, ni su continuación. Por supuesto que es un riesgo paralizarse pensando que una segunda película no va a ser ni tan popular, ni tan querida. También las exigencias serán muy altas de parte de los productores.Yo lo que quiero repetir es el gusto de hacerlo, la libertad. Hacer un proyecto sin pensar en fórmulas de éxito. Yo nunca imagine que Qué tan lejos iba a ser taquillera. Y así mismo espero que mi segunda película me guste a mi, sea un ejercicio de la pasión. Y luego si es taquillera o no será impredecible. (07 oct 2007)

Fuente:Paulina Simon Torrespsimon@hoy.com.ec