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Juan de Dios Morales Estrada

Posted in Próceres de la Independencia with tags on octubre 12, 2008 by edmolin657

JUAN DE DIOS MORALES ESTRADA
PROCER DE LA INDEPENDENCIA.- Nació el 13 de Abril de 1767 en el pueblo de Río Negro, dentro del territorio del Virreynato de Nueva Granada (hoy República de Colombia) siendo hijo legitimo del Sargento Mayor Juan de Dios Morales y de doña Juana Leonín de Estrada. 

Por su linaje materno era de la primera antigüedad de la región. Sus tíos el Presbítero Antonio y el Capitán Francisco habían despejado las montañas, talando sus corpulentos árboles para fundar la villa de Tenche y otras poblaciones. Tales parientes le facilitaron su ingreso a la U. de San Bartolomé donde vistió la beca de jurisprudencia y cánones y se graduó con honores en 1769 de escasos 22 años de edad. 

Por entonces visitó Río Negro el Oidor Jubilado de la Audiencia don Juan Antonio de Mon y Velarde, que regresaba de las provincias de Antioquía y Cartagena donde había permanecido por espacio de cinco años en calidad de Juez Visitador. Morales le fue presentado y sorprendido Mon de sus dotes intelectuales le pidió que lo acompaña como Oficial Mayor de la Secretaría de la presidencia de la Audiencia de Quito. Y como la oportunidad la pintan calva, viajó con su protector a Quito ingresando al real servicio el 1° de Febrero de 1790. 

Mon era Abogado en ambos Derechos y había ejercido en México y Bogotá. A Quito llegó en 1790 de Presidente de Audiencia y comenzó a gobernarla sabiamente; pocos meses después, el 5 de Marzo de 1791, fue ascendido á Consejero de Indias con residencia en Sevilla y emprendió viaje a España pero murió al llegar a Cádiz dejando a Morales sin su protección. El Nuevo Presidente Coronel Luis Muñoz de Guzmán se dio mañas para pasar por alto su buena conducta, completa dedicación al trabajo y probada capacidad para realizar las más difíciles cuestiones. Entonces se produjo el incidente de la antigüedad, a Morales le correspondía ascender a la plaza de Secretario pero Muñoz lo mantuvo relegado de Oficial Mayor por algunos años, haciéndole trabajar duro y parejo en cuanto asunto se presentaba y otros diferentes tales como la Contaduría Real de Diezmos del Obispado. Morales, mientras tanto se daba tiempo para recibirse como abogado en la audiencia y defender las causas de los pobres y los reos «con todo esmero y caridad», pero cansado de tantos desaires renunció en 1792 cuando nuevamente fue postergado por Muñoz de Guzmán, al declararse otra vez la vacancia de la secretaría, pero no le fue aceptada la renuncia y cometió el error de quejarse al Consejo de Indias, cosa que enseguida la supo Muñoz. 

En 1797 fue Asesor del Cabildo de Ibarra y meses después desempeñó la comisión de abastecimiento de víveres de las poblaciones afectadas por el terremoto de Riobamba, realizando numerosas visitas y gastando su propio dinero sin otra gratificación que el agradecimiento de los pueblos. 

En Riobamba llegó al colmo de dedicarse personalmente a extraer varias cargas de salitre y azufre que pertenecían al Real Tesoro y que se hallaban enterradas y perdidas entre las ruinas, lo propio hizo con algunas barricas de pólvora del Cuartel de Artillería salvando la población de una nueva posibilidad de espanto. A los funcionarios de Latacunga obligó a proveer de paja para construir casas provisionales para la custodia de los dineros provenientes de los tributos indígenas. Para el tránsito de los sobrevivientes ordenó la construcción de dos puentes sobre el río San Felipe, desenterró los archivos de la Real Hacienda y confeccionó un extenso e interesante Informe sobre la catástrofe. 

De su sueldo acostumbraba sacar cincuenta pesos anuales para los gastos de la corona y cuando España declaró la guerra a Francia y luego a Inglaterra, en cada ocasión envió dieciocho pesos como ayuda para la defensa de la metrópoli. 

Tan señalados servicios hubieran servido en otras épocas para empujar su carrera de burócrata , pero el presidente Muñoz lo tenía entre ojos porque sabía que había reclamado al Consejo de Indias, quejándose de sus injustas postergaciones y cuando el recurso regresó a Quito diciendo que había lugar al ascenso pero sin ordenarlo, es decir, sin haber sido considerado, pues dejaba al criterio del Presidente la suerte de Morales. 

Por esta sentencia el Presidente aprovechó para hacerle objeto de diversas ofensas, que debió sufrir con la poca dignidad que le queda a los empleados subalternos para soportar los desplantes de los patronos, pero se incuvó en su pecho el rencor y la venganza contra Muñoz de Guzmán y el sistema de oprobioso discrímen que él representaba. Así fue como nació el prócer del 10 de Agosto, ante injusticia y desmanes, rebelándose en su calidad de criollo contra los godos o chapetones. 

Posteriormente defendió al clérigo Juan Pablo Espejo cuando fue enjuiciado y sirvió con toda fidelidad al presidente de la Audiencia, Barón de Carondelet, quien falleció en Agosto de 1807. Entonces acompañó a su viuda a Guayaquil y tuvo que permanecer oculto por varias semanas en la hacienda Naranjito de la familia Rocafuerte donde trazó planes con el joven Vicente Rocafuerte sobre una posible revolución en Quito con ramificaciones en el puerto principal. A principios de 1809 se vio comprometida en un conato revolucionario pero el juicio se traspapeló sin consecuencias. 

La noche del 9 de Agosto se reunió con los demás conjurados en casa de Manuela Cañizares Alvarez y estuvo entre los más decididos conspiradores. 

El 10 de Agosto de 1809 fue designado uno de los Secretarios de la Junta de Gobierno instaurada en Quito junto a los Dres. Manuel Rodríguez de Quiroga y Juan de Larrea Villavicenció y desde esas funciones coadyuvó al éxito de la mencionada Junta. 

«Activo y diligente, ambicioso y turbulento, nacido para obrar en medio de las tempestades, no habría reparado en obstáculos para salvar su opinión y bandera; y así, como aprovechándose del amparo del Marqués de Selva Alegre, vino a ser el director y el alma de la revolución y de no haberse dado tan intempestiva y precipitadamente el grito que acababa de sonar, la habría salvado»; mas, cuando el 12 de Octubre de 1809 Selva Alegre renunció la presidencia, se cometió el desacierto de no entregársela a Morales, republicano sincero, instruido en las intrigas de la Audiencia, y se perdió la revolución en manos de falsos próceres. Por ello Morales fue detenido el 14 de Diciembre con los demás próceres y guardó ominosa prisión en el Cuartel del Real de Lima donde soportó los embates del juicio criminal que se le siguió a los comprometidos.

Morales había sido de los primeros insurrectos y quizá el más activo de todos, de suerte que el Fiscal Aréchaga le señaló entre los “peligrosos criollos seductores”.

La tarde del 2 de Agosto de 1810, al ser asaltado el Cuartel por los patriotas, recibió cruel muerte a manos de la soldadesca que irrumpió en los calabozos y asesinó a los presos a mansalva.

Fue un celoso patriota, que sucumbió en su calabozo ultimado a bala con fiera saña y luego su cadáver fue repasado con bayoneta.

El historiador Oscar Efrén Reyes dijo «En todo este grupo de Gobierno, predominaba la voluntad ardiente, la inteligencia y extraordinaria fe liberal de don Juan de Dios Morales”.

Fue llamado «El Robespierre Antioqueño» por haber sido el alma de la revolución del 10 de Agosto y por su incansable empeño en el cumplimiento de las numerosas comisiones que se le encomendaron entonces.

Bolívar y la situación social

Posted in entrevistas, Próceres de la Independencia on octubre 4, 2008 by edmolin657

LA SITUACION SOCIAL

P: Libertador, esta entrevista está a punto de terminar; me gustaría nos dijera en qué estado se encuentran, a su juicio, las masas latinoamericanas. 

 

BOLIVAR: “Probar el estado de esclavitud en que se halla aún el bajo pueblo; probar que está bajó el yugo no sólo de los alcaldes y curas de las parroquias, sino también bajó el de los tres o cuatro magnates que hay en cada una de ellas; que en las ciudades es lo mismo, con la diferencia de que los amos son más numerosos, porque se aumentan con muchos clérigos, frailes y doctores; que la libertad y las garantías son para aquellos hombres y para los ricos y nunca para los pueblos, cuya esclavitud es peor que la de los mismos indios; que esclavos eran bajó la Constitución de Cicuta y esclavos quedarían bajó cualquier otra Constitución, así fuese la más democrática: qué en… hay una aristocracia de rango, de empleó y de riqueza equivalente, por su influjo, pretensiones y peso sobre el pueblo, a la aristocracia de títulos y de nacimiento aun la más despótica de Europa; que en esa aristocracia entran también los clérigos, los frailes, los doctores o abogados, los militares y los ricos, pues aunque hablan de Libertad y de garantías es para ellos solos que las quieren y no para el pueblo, que, según ellos, debe continuar bajó su opresión; quieren también la igualdad, para elevarse y aparearse con los más caracterizados, pero no para nivelarse ellos con los individuos de las clases inferiores de la sociedad: a éstos los quieren considerar siempre como sus siervos a pesar de todo su liberalismo”. (82)P: Quisiera concluir con un mensaje suyo para el pueblo. ¿Qué le gustaría decir?

 

BOLIVAR: Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad dónde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mandó cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono”. (83)Al finalizar esta imaginaria entrevista, Bolívar se levantó de su asiento y volvió su penetrante mirada hacia mí cómo queriendo examinar mi conciencia. Pensé en la vigencia de su mensaje, en esta hora difícil por la que atraviesan nuestras Repúblicas. Este Bicentenario es un reto para la joven generación que permanece ajena a la corrupción y está empeñada en seguir los ideales del Padre de la Patria.

Citas

82.-PERU DE LA CROIX, Luis, p. 108, Diario de Bucaramanga, edición acrisolada por Monseñor Nicolás Navarro, publicaciones del Comité Ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Impresora Carvajal S.A., Cali, Colombia, 1982.

83.-BOLIVAR, Simón, OBRAS COMPLETAS, compilación de Vicente Lecuna, última proclama a los pueblos de Colombia, documento 191 de Discursos y Proclamas. Editorial Lex, La Habana, 1947.

Bolivar habla sobre Política

Posted in frases célebres, historia, Próceres de la Independencia with tags on octubre 1, 2008 by edmolin657

Título: Política
Autor: Cordero Ceballos, José de Jesús

Entrevista al Libertador y algunos documentos fundamentales de su pensamiento social / Cordero Ceballos, José de Jesús

Descriptor Temático: Política, Democracia, Poder, Gobierno

POLITICAP: Libertador, he oído con sumo interés su alto concepto de Patria y sus recomendaciones en materia educacional, los cuales deberían servir de guía a todos los hombres, especialmente a quienes conducen los destinos de nuestros pueblos. Me gustaría escuchar su opinión sobre el orden político, campo que deja mucho que desear en este continente, pues a más de ciento cincuenta años de la heroica gesta de Independencia, continuamos sufriendo los atropellos de las tiranías. Por otra parte, dentro de las pocas democracias que tenemos suelen infiltrarse hombres deshonestos, producto de la promoción que le hacen grupos dados a la tarea de colocarlos en altas posiciones de poder, para así defender, de manera velada, intereses antinacionales.

Pero esto no es todo, hay quienes prefieren la tiranía a la democracia, bien porque en donde impera o ha imperado la primera han tenido la oportunidad de obtener, mediante procedimientos ilícitos, beneficios particulares o porque ignoran que bajo los regímenes dictatoriales la ley es el tirano y sus personeros, y que la tan cacareada tranquilidad que se respira es emergida de una «paz de cementerio», además parecen olvidar que en Latinoamérica hemos padecido gobiernos de fuerza por más de siglo y medio, con resultados tan nefastos o tal vez peores que los sufridos bajo la dominación colonial. En consecuencia, ¿cuál

 

BOLIVAR: «La mejor política es la honradez». (…) «Mi deseo es que todas las partes del Gobierno y Administración adquieran el grado de vigor que únicamente puede mantener el equilibrio, no sólo entre los miembros que componen el Gobierno, sino entre las diferentes facciones de que se compone nuestra Sociedad. Nada importaría que los resortes de un sistema político se relajasen por su debilidad, si esta relajación no arrastrase consigo la disolución del Cuerpo Social, y la ruina de los asociados…» (…) «La felicidad consiste en la práctica de la virtud». (18)P: En algunas de las repúblicas latinoamericanas, concretamente en las que tienen gloria de haber sido creadas por su espada, se ha logrado el establecimiento de la Democracia. ¿Estima usted que esto es suficiente para hacer un buen país?

BOLIVAR: «Necesitamos trabajar mucho para regenerar el país y darle consistencia: por lo mismo, paciencia y más paciencia, constancia y más constancia, trabajo y más trabajo, para tener patria». (19)P: ¿Cuál es a su juicio el sistema político más respetuoso de los derechos ciudadanos?

BOLIVAR: «Sólo la democracia es susceptible de una absoluta libertad». (…) » Nadie sino la mayoría es soberana. Es un tirano el que se pone en lugar del pueblo; y su potestad, usurpación». (20)P: ¿Quiere decir que se justifica el uso de la violencia contra los tiranos?

BOLIVAR: «Siempre es grande, siempre es noble, siempre es justo conspirar contra la tiranía, contra la usurpación y contra una guerra desoladora e inicua». (…) «Huid del país donde uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos». (…)»La aclamación libre de los conciudadanos, es la única fuente legítima de todo poder humano…» (21)P: A su juicio, ¿cuáles son las ventajas de un sistema electoral, regular y popular?

BOLIVAR: «Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo Ciudadano, el Poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle, y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía». (…)»La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los Gobiernos Democráticos». (22)P: A propósito de gobiernos democráticos, ¿qué opina usted de la libertad de prensa, especialmente cuando se hacen fuertes críticas a los gobernantes?

BOLIVAR: «El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que producen los errores». (…) «Los hombres públicos están sujetos a la censura de todos los ciudadanos, sobre todo en un gobierno puramente popular; si fuese suficiente razón para no servir a la República la crítica de los súbditos, tiempo ha que yo no serviría, pues no solamente se me ha criticado sino que en Bogotá me han lanzado anatemas, en Cartagena proscrito, y la provincia de Cumaná tratado como enemigo». (23)P: Pero los periodistas se exceden en algunas oportunidades. ¿Qué nos recomienda para evitarlo?

BOLIVAR: «Que las censuras, observaciones y consejos que se permitan tratando de los negocios y personas públicas, estén caracterizados por la moderación y la decencia. La imprenta no será por esto menos libre, pues no consiste la libertad en la capacidad de ofender, y producirá todo el bien que debe esperarse de ella.» (24)P: En muchas de nuestras repúblicas se ha llegado a una profunda crisis moral en la cual tienen su parte algunos parlamentarios, pues no solamente han dejado de cumplir sus compromisos ordinarios al asumir la representación del pueblo, como es la frecuente inasistencia a las sesiones de las Cámaras Legislativas, sino que también se han mezclado en operaciones dolosas. ¿Qué nos dice usted de estos señores?

BOLIVAR: «Tengo mil veces más fe en el pueblo que en sus Diputados». (25)P: En la mayoría de los países latinoamericanos hemos sufrido durante casi toda la vida republicana los atropellos de las dictaduras. Son pocas las democracias que tenemos y muchos los años de tiranía. ¿Qué opina usted de esto?

BOLIVAR: «La voluntad del Déspota, es la Ley Suprema ejecutada arbitrariamente por los Subalternos que participan de la opresión organizada en razón de la autoridad que gozan. Ellos están encargados de las funciones civiles, políticas, militares, y religiosas; pero al fin son Persas los Sátrapas de Persia, son Turcos los Bajaes del gran Señor, son Tártaros los Sultanes de la Tartaria», (…) «Uncido el Pueblo Americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan pernicioso maestro, las lecciones que hemos recibido, y los ejemplos que hemos estudiado, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es hija de las tinieblas; un Pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción: la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil: adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la Libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia. Semejante a un robusto ciego que instigado por el sentimiento de sus fuerzas, marcha con la seguridad del hombre más perspicaz, y dando en todos los escollos no puede rectificar sus pasos. Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la virtud: que el imperio de las leyes es más poderoso que el de los tiranos, porque son más inflexibles, y todo debe someterse a su benéfico rigor: que las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes; que el ejercicio de la Justicia es el ejercicio de la Libertad». (26)P: ¿Cuál es para usted el sistema de gobierno más perfecto?

BOLIVAR: «El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, y mayor suma de estabilidad política». (27)P: En nuestras repúblicas proliferan los líderes políticos conocidos por sus discursos plenos de promesas, pero son escasos los que se distinguen por sus virtudes y consagración al trabajo en bien del país. ¿Qué nos dice usted de estos demagogos?

BOLIVAR: «No quieren creer los demagogos que la práctica de la libertad no se sostiene sino con virtudes y que donde éstas reinan es impotente la tiranía. Así, pues, mientras seamos viciosos no podremos ser libres, désele al Estado la forma que se quiera; y como nunca se ha convertido un pueblo corrompido por la esclavitud, tampoco las naciones han podido tener sino conquistadores y de ninguna manera libertadores. La historia ha probado esto y Montesquieu lo ha expresado. Por lo tanto, nuestra lucha será eterna y nuestros males se prolongarán en busca de lo imposible. Sería necesario desnaturalizarnos para poder vivir bajo un gobierno absolutamente libre, sería preciso mudar nuestros hábitos y costumbres y hacernos austeros y desprevenidos de nuestras viles pasiones o renunciar a la quimera de nuestros proyectos». (…) » Hemos perdido todo nuestro tiempo y hemos dañado nuestra obra: hemos acumulado desaciertos sobre desaciertos y hemos empeorado la condición del pueblo, que deplorará eternamente nuestras inexperiencias».(28)P: ¿A qué atribuye usted la falta de estabilidad política en nuestras repúblicas?

BOLIVAR: «… nosotros no podemos formar ningún gobierno estable, porque nos faltan muchas cosas, y sobre todo, hombres que puedan mandar y que sepan obedecer: todavía menos somos capaces de gobernar un vasto imperio, de extensión, con leyes democráticas; por otra parte, nunca tendremos otras leyes, porque cada convención será peor que la anterior. En fin Vds. lo verán. Nos vamos a engolfar en un mar peligroso y cuando queramos echar la ancla no encontraremos fondo, al mismo tiempo que cada paso que hacemos nos aleja más del puerto. Yo no sé qué hacer ni qué aconsejar. No sé tampoco cómo deben Vds. conducirse. La elección de Vds. no puede caer sino sobre escollos porque son espantosos los precipicios que rodean esta república. Aquí no se puede respirar sino conmoción, y no se puede conmover sin explosión horrible. No hay una base sólida y fija, no sé sobre qué debemos contar, y de esto estoy cada vez más persuadido». (…) «Yo espero por momentos una horrorosa tormenta y, por lo mismo, debemos prepararnos a conjurarla, tomando todas las medidas de precaución para que el desorden no nos arrastre a los crímenes de una sanguinaria anarquía». (29)P: ¿De qué manera cree usted que podemos formar gobiernos estables?

BOLIVAR: «Para formar un gobierno estable se requiere la base de un espíritu nacional, que tenga por objeto una inclinación uniforme hacia dos puntos capitales, moderar la voluntad general, y limitar la autoridad pública: los términos que fijan teóricamente estos dos puntos son de una difícil asignación; pero se puede concebir que la regla que debe dirigirlos, es’ la restricción, y la concentración recíproca a fin de que haya la menor frotación posible entre la voluntad, y el Poder legítimo. Esta ciencia se adquiere insensiblemente por la práctica y por el estudio». (…) «Los Venezolanos aman la Patria, pero no aman sus Leyes; porque éstas han sido nocivas, y eran fuentes del mal: tampoco han podido amar a sus Magistrados, porque eran inicuos, y los nuevos apenas son conocidos en la carrera en que han entrado. Si no hay un respeto sagrado por la Patria, por las Leyes, y por las autoridades, la Sociedad es una confusión, un abismo: es un conflicto singular de hombre a hombre, de cuerpo a cuerpo». (30)P: ¿Podemos hacer para sacar de ese caos a nuestras?

BOLIVAR: «Para sacar de este caos nuestras nacientes repúblicas, todas nuestras facultades morales no serán bastantes, si no fundimos la masa del pueblo en un todo: la composición de un Gobierno en un todo: la legislación en un todo, y al espíritu nacional en un todo. Unidad, Unidad, Unidad debe ser nuestra divisa. La sangre de nuestros conciudadanos es diferente, mezclémoslas para unirla: nuestra Constitución ha dividido los poderes, enlacémoslos para unirlos: nuestras Leyes son funestas reliquias de todos los despotismos antiguos y modernos, que este edificio monstruoso se derribe, caiga y apartando hasta sus ruinas, elevemos un Templo a la justicia; y bajo los auspicios de su Santa Inspiración, dictemos un Código de Leyes…» (31)P: En los pocos países democráticos de Latinoamérica, todos aspiramos a la inmediata y máxima perfección del sistema político. ¿Qué podemos hacer para lograrlo?

BOLIVAR: «No aspiremos a lo imposible, no sea que por elevarnos sobre la región de la Libertad, descendamos a la región de la tiranía. De la libertad absoluta se desciende siempre al Poder absoluto, y el medio entre estos dos términos es la Suprema Libertad Social. Teorías abstractas son las que producen la perniciosa idea de una Libertad ilimitada. Hagamos que la fuerza pública se contenga en los límites que la razón y el interés prescriben: que la voluntad nacional se contenga en los límites que un justo Poder le señala: que una Legislación Civil y Criminal, análoga a nuestra actual Constitución domine imperiosamente sobre el Poder Judiciario, y entonces habrá un equilibrio, y no habrá el choque que embaraza la marcha del Estado, y no habrá esa complicación que traba, en vez de ligar la sociedad». (32)P: ¿Cómo estima usted que debe ser un gobierno?

BOLIVAR: «Es preciso que el gobierno se identifique, por decirlo así, al carácter de las circunstancias, de los tiempos y de los hombres que lo rodean. Si éstos son prósperos, y serenos, él debe ser dulce, y protector; pero si son calamitosos y turbulentos, él debe mostrarse terrible, y armarse de una firmeza igual a los peligros, sin atender a leyes, ni constituciones, ínterin no se restablecen la felicidad y la paz». (33)P: Frente a los frecuentes errores cometidos por nuestros pocos gobiernos democráticos, hay quienes tienen la osadía de señalar como solución el degradante retorno a las tiranías militares. ¿Cuál es su criterio sobre el particular?

BOLIVAR: «No es el despotismo militar el que puede hacer la felicidad de un pueblo, ni el mando que obtenga puede convenir jamás, sino temporariamente a la república. Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno; es el defensor de la libertad. Sus glorias deben confundirse con las de la república y su ambición debe quedar satisfecha, al hacer la felicidad de su país». (34)P: ¿No le parece a usted que nuestras Democracias son débiles?

BOLIVAR: «Por lo mismo que ninguna forma de gobierno es tan débil como la democrática, su estructura debe ser de la mayor solidez, y sus instituciones consultarse para la estabilidad. Si no es así contemos con que se establece un ensayo de gobierno y no un sistema permanente: contemos con una sociedad díscola tumultuaria y anárquica, y no con un establecimiento social donde tengan su imperio la felicidad, la paz y la Justicia». (…) «No seamos presuntuosos. legisladores: seamos moderados en nuestras pretensiones. No es probable conseguir lo que no ha logrado el género humano, lo que no han alcanzado las más grandes y sabias naciones. La libertad indefinida, la democracia absoluta, son los escollos a donde han ido a estrecharse todas las esperanzas republicanas. Echad una mirada sobre las repúblicas antiguas, sobre las repúblicas modernas, sobre las repúblicas nacientes. Casi todas han pretendido establecerse absolutamente democráticas, y a casi todas se les han frustrado sus justas aspiraciones. Son laudables ciertamente los hombres que anhelan por instituciones legítimas y por una perfección social: pero ¿quién ha dicho a los hombres que ya poseen toda la sabiduría, que ya practican toda la virtud, que exigen imperiosamente la liga del poder con la justicia? Angeles, no hombres, pueden únicamente existir libres, tranquilos y dichosos, ejerciendo todos la potestad soberana». (35)