LAS CUARENTA

Posted in cancionero argentino, poemas with tags on diciembre 13, 2008 by edmolin657

Las cuarenta (1955)

Música: Roberto Grela
Letra: Francisco Gorrindo
Intérprete: Charlo

Con el pucho de la vida apretado entre los labios,
la mirada turbia y fría, un poco lerdo el andar,
dobló la esquina del barrio y, curda ya de recuerdos,
como volcando un veneno esto se le oyó acusar.

Vieja calle de mi barrio donde he dado el primor paso,
vuelvo a vos, gastado el mazo en inútil barajar,
con una llaga en el pecho, con mi sueño hecho pedazos,
que se rompió en un abrazo que me diera la verdad.

Aprendí todo lo malo, aprendí todo lo bueno,
sé del beso que se compra, sé del beso que se da;
del amigo que es amigo siempre y cuando le convenga,
y sé que con mucha plata uno vale mucho más.

Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y, si la murga se ríe, hay que saberse reír;
no pensar ni equivocado… ¡Para qué, si igual se vive!
¡Y además corrés el riesgo de que te bauticen gil!

La vez que quise ser bueno en la cara se me rieron;
cuando grité una injusticia, la fuerza me hizo callar;
la experiencia fue mi amante; el desengaño, mi amigo…
Toda carta tiene contra y toda contra se da!

Hoy no creo ni en mí mismo. .. Todo es grupo, todo es falso,
y aquél, el que está más alto, es igual a los demás…
Por eso, no has de extrañarte si, alguna noche, borracho,
me vieras pasar del brazo con quien no debo pasar.

Tears in Heaven

Posted in celebridades, Grandes del rock with tags on diciembre 6, 2008 by edmolin657

Eric Clapton
Tears In Heaven

Would you know my name
If I saw you in heaven
Will it be the same
If I saw you in heaven
I must be strong, and carry on
Cause I know I don’t belong
Here in heaven

Would you hold my hand
If I saw you in heaven
Would you help me stand
If I saw you in heaven
I’ll find my way, through night and day
Cause I know I just can’t stay
Here in heaven

Time can bring you down
Time can bend your knee
Time can break your heart
Have you begging please
Begging please

(instrumental)

Beyond the door
There’s peace I’m sure.
And I know there’ll be no more…
Tears in heaven

Would you know my name
If I saw you in heaven
Will it be the same
If I saw you in heaven
I must be strong, and carry on
Cause I know I don’t belong
Here in heaven

Cause I know I don’t belong
Here in heaven

Gratitud

Posted in VALORES HUMANOS with tags on diciembre 3, 2008 by edmolin657

Muchas veces se estima que de todos los sentimientos humanos, el más efímero es la gratitud. Quizás haya algo de cierto en esta aseveración. Ya que el saber agradecer es un valor en el que pocas veces se piensa. Tradicionalmente nuestras abuelas nos lo decían «de gente bien nacida es ser agradecida».
Para algunas personas dar las gracias por aquellos servicios cotidianos es muy fácil: el desayuno, la ropa limpia, la oficina aseada… Sin embargo, no siempre es así.
La gratitud implica algo más que pronunciar unas palabras de manera automática, sino que responde a aquella actitud que nace del corazón, en aprecio a lo que alguien más ha hecho por nosotros.
Ahora bien, la gratitud no «devolver el favor»: si alguien me sirve una taza de café no significa que después debo servir a la misma persona una taza y quedar iguales… El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena.
Aquella persona agradecida busca tener otro tipo de atenciones con las personas, no piensa en pagar por cada beneficio recibido, sino en poder devolver la muestra de afecto o cuidado que tuvo.
Una muestra sincera de agradecimiento proviene de un niño cuando con una sonrisa, un abrazo o un beso le agradecen a sus padres aquellos obsequios o presentes ¿De qué otra manera podría agradecer y corresponder unos niños? Y con eso, a los padres les basta.
En este sentido, estas muestras de afecto constituyen una manera visible de agradecimiento; la gratitud nace por la actitud que tuvo la persona, más que por el bien (o beneficio) recibido.
A lo largo de nuestra vida nos rodeamos de personas por quienes tenemos especial estima, preferencia o cariño por «todo» lo que nos han dado: padres, maestros, cónyuge, amigos, jefes… El motivo de nuestro agradecimiento se debe al «desinterés» que tuvieron a pesar del cansancio y la rutina. Nos dieron su tiempo, o su cuidado.
No debemos olvidar que nuestro agradecimiento debe surgir de un corazón grande.
No siempre contamos con la presencia de alguien conocido para salir de un apuro, resolver un percance o un pequeño accidente. ¡Cómo agradecemos que alguien abra la puerta del auto, para colocar las cajas que llevamos, o nos ayude a reemplazar el neumático averiado!
El camino para vivir el valor del agradecimiento tiene algunas notas características que implican:
 Reconocer el esfuerzo de los demás cuando nos proporcionan ayuda
 Acostumbrarnos a dar las gracias
 Tener pequeños detalles de atención con todas las personas: acomodar la silla, abrir la puerta, servir un café, colocar los cubiertos en la mesa, un saludo cordial…
La persona que más sirve es la que sabe ser más agradecida.